Tras ojear catálogos y vinculaciones informativas sobre las imágenes escultóricas de esta Catedral (1), encontramos esta descripción: "atlante llevando la vuelta celeste sobre sus espaldas". En dicha anotación no se mencionan a los dos compañeros del atlante que de pie sujetan la rueda, ni al músico sedente junto a ellos, ni mucho menos de los misteriosos detalles que, alternados, se encuentran en los orificios de esta rueda cósmica.
Sinceramente, nos aportó mucho más la opinión que hizo sobre esta escena nuestro amigo José Luis Conte Sampietro, gran conocedor de la historia y del arte medieval aragonés y, sobre todo, de criterio muy certero:
"Me llama la atención la excentricidad de la pentalfa. Excentricidad que no sería tal si hubiera un motivo esculpido en el círculo en el que mete la mano ese personaje a nuestra derecha. Salvo que esa mano metida en ese círculo sea precisamente el motivo que se pretenda representar. A mi me sugeriría un crismón muy 'sui generis' y nada cristológico ni trinitario. Dejémoslo en un crismón-rosetón, presentado por dos a modo de ángeles secularizados y un atlas sosteniéndolo"
Sin duda, el de José Luis es un razonamiento que compartimos hoy igual que ayer, y aunque los personajes de la escena estén secularizados, al igual que el crismón, tanto el concepto de rosetón o rueda circular son símbolo de lo eterno, lo perfecto y lo armonioso.
Como si de un modelo a escala reducida se tratara el pequeño rosetón del capitel también esta fragmentado en ocho sectores iguales, el núcleo está formado por las ocho elípticas enlazadas sobre las que se asientan las columnas que forman los ocho arcos dobles.
La rareza de nuestra rueda radica en su anillo exterior, donde perfectamente centrados encima de cada pilar se hayan ocho orificios alternándose sus espacios entre huecos y ocupados, estos últimos por una estrella pentagonal, una de las manos de los integrantes, un nudo de salomón y un feroz rostro animalesco.
Elementos que obedecen al intento de representar como la interacción cósmica espiritual con la del mundo sensible material confluyen, influyen y tiene costo para nuestra alma, pues a causa de permanecer sujetos a esta esfera mortal todos los seres sensibles soportamos, como alevines de atlantes con imposibilidad de escapar, todo el peso que este movimiento rotatorio nos aporta, la fluctuación y la inestabilidad a la que está supeditada nuestra condición humana y el sometimiento a las variaciones de esta rueda cósmica o "Rueda de la Fortuna".
Rosetón en clave de ocho:
Sabemos que para los sabios de la Escuela Pitagórica el mundo es música y número, mientras la aritmética permite la comprensión del universo físico y espiritual, la música ejemplifica la armonía universal.
En la noción en La República, X, 616-617, Platón describe un orden de ocho círculos u órbitas planetarias que se distinguen por su rango de distancias, su color y la velocidad de revolución.
Según su pensamiento, el Gran Artesano del universo creó una sustancia llamada "alma-del-mundo" y la insertó en el centro del cuerpo humano. Tras ello lo dividió en tres intervalos musicales propiciando que el alma se cortará en dos partes y se enlazaran entre ellas formándose los círculos de lo Mismo (lo inmóvil) y lo Diverso (movimiento temporal). Lo Diverso o movimiento temporal siguió dividiéndose en partes más estrechas y ordenándose de acuerdo a unas concretas progresiones aritméticas.
Así que el alma-del-mundo "fundida por todas partes desde el centro hacia la circunferencia del cielo" fue empapando todo y conectando la esfera física con la esfera eterna dando "razón y armonía", o, en otras palabras, creando el orden cósmico. Y, el alma humana, al participar también del Alma Mundi debe, por tanto, regularse de acuerdo a las mismas proporciones.
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Música y número. Razón y armonía. |
Sí la teoría neoplatónica sobre el microcosmos y macrocosmos considera que los mismos patrones son producidos en todos los niveles desde la escala más pequeña a la escala más grande, podríamos imaginar el alma humana como un pequeño rosetón ordenado y armonizado en todos sus elementos, tanto externos como internos, constituyéndose como la ventana circular del hombre-templo por la que la iluminación llegara a su interior.
En todo caso, nos gustaría pensar que la escena de este capitel está refiriendo un acto concreto, quizá la conmemoración o presentación de un elemento arquitectónico cuya creación exige una gran maestría técnica y cognitiva por parte de sus constructores? un complicado encaje de piedra que guarda en su estructura todo un tratado filosófico y místico: el rosetón, la abertura por donde entra la luz de la divinidad dadora de vida.
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"Ay!, levantad los ojos a aquesta celestial esfera; burlareis los antojos de aquesta vida lisonjera con cuanto teme y cuanto espera" (Fray Luis de León) |
Salud y románico
Nota 1- Esta lograda fotografía realizada por Turo seu vella que refiere nuestra observación y que ellos publicaron posteriormente en su web, la encontramos por casualidad. Ya sabemos que estamos en la época de la indolencia, pero aunque no seamos merecedores de su deferencia nosotros si agradecemos que se hayan percatado de nuestra pequeña aportación al reconocimiento de este incomparable capitel.
Nota 2- En nuestra última visita a la Seu vimos que ya han empezado a comercializar souvenirs turísticos con la imagen de esa pieza concreta. No hay duda que se trata de un capitel inspirador, a algunas empresas les inspira un entusiasmo cabalmente económico y, a nosotros, un entusiasmo puramente enigmático.
7 comentarios:
"...Traspasa el aire todo
hasta llegar a la más alta esfera,
y oye allí otro modo
de no perecedera
música, que es la fuente y la primera.
Ve cómo el gran maestro,
aquesta inmensa cítara aplicado,
con movimiento diestro
produce el son sagrado,
con que este eterno templo es sustentado.
Y como está compuesta
de números concordes, luego envía
consonante respuesta;
y entrambas a porfía
se mezcla una dulcísima armonía..."
Es una parte de la "Oda a Salinas", que me ha venido enseguida a la mente al leer vuestro artículo. ¡Y que alucinante cuando encuentro que son otros versos de Fray Luis los que lo cierran!
He disfrutando mucho con esta "rueda" de interpretaciones, empezando por la de Chis. Gracias de todo corazón por seguir dando Luz al románico.
Comento poco menos que como compromiso, porque la verdad, pocas opciones dejáis con vuestras alusiones e interpretaciones. Dejando aparte la extraordinaria belleza de este capitel (puedo entender perfectamente los motivos pecunarios de su reproducción y venta), quizás, aunque sólo sea por el simple placer de especular -con todo el respeto, desde luego-, haya que mirar otras alternativas. Y en base a ello, propongo, -ya que me veo incapaz de añadir nada a lo comentado-, cambiar conceptos por un momento, y sopesar la cuestión de la rueda, por ejemplo, imaginándola como una mesa; pongamos, entre las mesas famosas, incluida la de Salomón, por ejemplo la Mesa o Tabla de Allah, de la que nos habla la Sura 85 del Corán, que a la vez sería espejo donde se reflejaría toda la Sabiduría (me vienen a la memoria las pinturas de la cabecera de la iglesia de la Virgen del Rivero, en San Esteban de Gormaz, conformadas por un curioso Pantocrátor, donde precisamente Cristo o tal vez Dios, por su apariencia, porta un curioso disco en su mano que bien pudiera ser un espejo) ; la mesa en la que aparecen diferentes utensilios y en la que 'trabaja' el Mago del Tarot, que a la vez, y simbólicamente hablando, también es otra forma de transformación. Incluso podríamos ver en ella, -si tenemos en cuenta que la estrella de cinco puntas también es un símbolo asociado a la figura de la Virgen y que prácticamente todas las catedrales estaban dedicadas a su figura-,una especie de astrolabio medieval que determinaría y remarcaría, entre otras, la constelación de Virgo...De cualquier forma, creo que al menos, todos tenemos una cosa muy clara: que se trata de un capitel realmente excepcional.
Un abrazo
Sí, será que tu inspiración esta más cercana de lo que crees al espíritu de estos dos grandes humanistas. Gracias por traerte a ti, Ray y por traer poesía a este blog. Por otra parte decirte que Chis es un genio, pero aún no lo sabe.
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Juanqui! es que nos encanta que nos expliques tus ideas, claro que son muy interesantes estas opiniones. No habíamos pensado en una mesa y mira por donde? Dices que esa pintura de Dios sujetando un posible espejo esta en San Esteban de Gormaz? Pues quizá que estas vacaciones nos pasemos por ahí, creo que sí!!
Gracias y besines
Hola! Pues yo sí que no tengo nada que añadir, pero lo que se dice nada de nada salvo que es fantástico y que vuestra entrada de una grata forma me ha hecho rodar y rodar, para continuar con los comentarios y mirar que algo sabía de una rueda, pero nunca imaginé que rodase tanto.
Bueno, como tengo la foto fresca de la que habla Juan Carlos, de la Iglesia de la Virgen de Rivero, aprovecho el email románico de ayer y os la mando, para mí que más que un disco en la mano, desde mi visión de no tener ni idea, tiene un sol rojo y encrespado sobre la cabeza, parece el sol del infierno por la forma y color o, por mi reciente y fugaz visita a Almería, parece un "espeluznao", en fin, que os la mando.
Besotes.
Qué jodíos...con todo el cariño eh...
Baruk, me comentabas hace poco tiempo sobre cierta "sincronía" en los temas que abordamos, algo que esta entrada y la que publiqué unos días antes parece corroborar. Allí comenzaba con una cita de Peter Sterry sobre la armonía universal que te ha gustado especialmente y que tanto en común tiene con lo aquí tratado. De este mismo autor te dejo otras citas que me parece casan muy bien con vuestras apreciaciones:
"Todas las cosas, en cuanto están situadas en un conjunto, tienen su parte en el Consorcio Universal. (...) Cada parte está ligada al conjunto y a todas las demás partes, por relaciones mutuas y esenciales. En virtud de estas relaciones, todas las distintas proporciones, de todas las partes del conjunto, se encuentran en todas y cada una de las partes, colmándolas y envolviéndolas en las ricas vestiduras de la Armonía Universal"
"Mira la cadena dorada, mira el orden de los preciosos eslabones, mira cómo en un hermoso círculo el principio está unido con el fin".
Poco que añadir a esta interesante entrada , que veo con retraso, sobre este excepcional capitel.
Sólo que el cariño que se me profesa me hace decir cosas que, pese al decir de Baruk , están más próximas de la "esfera celeste" que de mi capacidad autónoma de análisis.
Y que el crismón de San Pedro el Viejo de Huesca que también mostráis tiene también para mí una significación muy especial: allí mis ojos de adolescente se abrieron al románico, que ahora gracias a vosotros veo con otra perspectiva.
Que sigamos mejorando nuestra visión del románico y de todo lo que nos rodea
Un abrazo, en especial a Syr
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